miércoles, 23 de diciembre de 2009

Riego por aspersión

La naturaleza es sabia, pero para apreciar su belleza hay que contribuir a incrementar su potencial a través de una cuidadosa planificación y mantenimiento de las áreas verdes.
Para que el césped de nuestro parque se mantenga verde la mayor parte del año y sobre todo en épocas de altas temperaturas, se necesita regar más frecuentemente y en forma uniforme.
El riego por aspersión es una modalidad de riego mediante la cual el agua llega al césped y a las plantas en forma de "lluvia" localizada. Un sistema de riego por aspersión automático, le brinda la posibilidad de darle al césped la cantidad de agua necesaria evitando derroches de agua y energía eléctrica.

Ventajas
• El consumo de agua es menor que el requerido para el riego por surcos o por inundación;
• Puede ser utilizado con facilidad en terrenos colinares;
• Se puede dosificar el agua con una buena precisión
• No afecta el material vegetal sometido a riego, ya que se elimina la presión que el agua puede ofrecer a las plantas; y como es homogénea su distribución sobre el material vegetal, el riego de la vegetación por aspersión es total y se distribuye suavemente el agua sobre toda el área deseada

Un diseño adecuado previo a la instalación permitirá una correcta superposición de los regadores y además subdividir en sectores de riego de acuerdo a zonas con sol y con sombra, pudiendo programar los minutos de funcionamiento de cada uno de ellos en forma independiente, de manera de no dejar sectores sin regar y otros con déficit de agua o bien con excesos de humedad, algo muy habitual cuando se realiza el riego con mangueras o con el tradicional "sapito”.
Si deseamos tener un lindo parque y de bello crecimiento, no dudemos en buscar un especialista. Recordemos que las áreas externas tambien forman parte de nuestro hogar.

Arq Marcelo Aliberto

Para mayor información contáctenos a:
Email: alibertoarquitectos@gmail.com
http://alibertoarquitectos.blogspot.com/
http://www.linkedin.com/in/alibertoarquitectos
Publicado por alibertoarquitectos

Raíces !!!!!!!!! Por Diego Griffon


Las raíces del cambio climático se encuentran en nuestro modo de vida, son inherentes a nuestro modelo civilizatorio. En el estado actual de las cosas, solo podemos considerar opciones que estén orientadas hacia la construcción de un modelo de sociedad sustentable. El sistema económico debe sufrir una profunda transformación en sus valores y principios. En el sistema agrícola, la agricultura de pequeña escala es más productiva y sabemos que la agricultura de base agroecológica puede producir iguales o mayores cantidades de alimentos que la agricultura convencional. No existe razón científica para seguir atados a una racionalidad agrícola que ha demostrado ser dañina para el planeta.

Pérdida de biodiversidad, consumismo, hambrunas y guerras, son todos síntomas de una misma enfermedad: nuestro modelo de sociedad. En este ensayo, se discute las relaciones que existen entre el cambio climático y la agricultura convencional, argumentando que ambas, de igual manera son consecuencias de una misma causa.

Hace mucho tiempo, mi amigo Luis me enseñó que para desyerbar, es necesario sacar la raíz, no basta con solo cortar el vástago. Este razonamiento aplica para todo: para encontrar soluciones reales y duraderas hay que buscar las causas, no es suficiente paliar las consecuencias.

Actualmente se habla mucho sobre gases de efecto invernadero, uso irracional de energía, deforestación, acidificación de los mares, migraciones climáticas, deshielo polar, agricultura contaminante y una larga lista de otros tópicos relacionados al cambio climático.

Estos temas son considerados tan importantes, que un significativo número de líderes mundiales se reunieron en Copenhagen para discutirlos. Pero, ¿se está apuntando a la raíz o al brote? Podríamos preguntarnos: la liberación de gases de efecto invernadero, la deforestación, la dependencia en el petróleo ¿son causas o son consecuencias?

El Colectivo La Patilla (entre otros) ha denunciado que son consecuencias. Las causas son otras, muy profundas, invisibles para muchos. Las raíces del cambio climático se encuentran en nuestro modo de vida, son inherentes a nuestro modelo civilizatorio.

Forma parte de este modelo, hacer externalidades de todos los costos relevantes. En esta lógica, tiene sentido producir granos en países pobres, para engordar a las vacas de los países ricos. Esto, sin importar el combustible malgastado, las emisiones de metano o la dignidad del campesino hambriento.

Este sistema es capaz de propagarse a todos los ámbitos del quehacer humano. Inclusive, mediante créditos de carbono, ha logrado privatizar el aire. El problema de fondo es el modelo, fundamentado en el dinero y el crecimiento.

El motor de esta entelequia es la acumulación incrementada de capital. Se espera que esta acumulación no se detenga, como un perpetuum mobile. Sin embargo, preguntémonos: ¿es real un modelo de sociedad que suponga crecimiento infinito, en un mundo con recursos finitos?

La miopía de este sistema nos está dejando sin futuro. Esta ceguera también se encuentra en la forma en la cual estamos abordando las posibles soluciones. Por decir lo menos, es una ingenuidad intentar solucionar el cambio climático, utilizando las herramientas del sistema que lo ha generado.

Por ejemplo, es ampliamente conocido que la agricultura convencional tiene una gran responsabilidad en el cambio climático. Recordemos que este tipo de agricultura es responsable de 1/3 de las emisiones globales de gases de invernadero. En el ámbito agrícola se han realizado muchas propuestas para frenar el cambio climático: uso ampliado de cultivos genéticamente modificados, revolución verde para África, intensificación de los sistemas de producción, agricultura de precisión, agrocombustibles, etc. Todas las propuestas anteriores buscan prolongar o incentivar el sistema agrícola responsable del problema. El cambio climático no es una cuestión simple, no lo podemos solucionar utilizando esquemas convencionales. Es indispensable un cambio radical en el enfoque. Tenemos que replantearnos nuestras sociedades, sus escalas, valores y principios.

En este sentido, la generación de alimentos no puede seguir siendo considerada una actividad marginal. No se puede permitir que un reducido número de compañías tengan en sus manos la seguridad alimentaria del planeta. Es una locura incentivar un modelo, que ha producido la extinción de la abrumadora mayoría de las especies, variedades y razas de las cuales nos alimentamos (Griffon, 2009). Es inviable un sistema que reduce el alimento a una mercancía. En definitiva, no es posible continuar con el modelo agrícola actual. Esta no es una manifestación de principios, es la conclusión final a la que llegó el grupo de expertos de la IAASTD en su evaluación del sistema agrícola mundial (IAASTD, 2008). Este trabajo, que fue llevado a cabo por 400 investigadores durante 4 años (utilizando datos de todo el planeta) señala que es imperativo cambiar el modelo agrícola dominante (Revolución Verde) por otro que permita desarrollar sistemas agrícolas sustentables (Agroecología).

Los enfoques convencionales no son capaces de aportar soluciones, no importa como nos los quieran vender. Por ejemplo, se nos ha dicho que parte de la solución se encuentra en el uso de agrocombustibles. Sin embargo, es sabido que el balance energético de la producción de estos combustibles es muy precario, inclusive en algunos casos se necesita emplear más energía en su producción que la obtenida al final del proceso. Son conocidos los desiertos verdes producidos por los monocultivos de soya, palma aceitera y jathropha. Los agrocombustibles han incrementado la concentración de la tierra, han desplazado al campesinado, empobrecido a las comunidades rurales, envenenado con sus agroquímicos a los trabajadores, distorsionado el mercado mundial de alimentos y debilitado fuertemente la soberanía agroalimentaria de los países del sur global. Sin embargo, abundan los grupos de cabildeo en favor de los agrocombustibles. Entonces, esta supuesta solución, ¿beneficiará al planeta o a un grupo de empresarios inescrupulosos?

No podemos seguir dándonos el lujo de escuchar y evaluar las alternativas propuestas por avariciosas compañías, que solo responden al beneficio propio. Los políticos, concentrados en perpetuarse en el poder, no han ofrecido, ni ofrecerán soluciones genuinas y desinteresadas. No debemos perder el tiempo en esfuerzos sin esperanza, que apunten a un cambio promovido por el actual sistema político-económico. Tal vez llegó la hora de escuchar, a los que nunca han podido hablar.

En el estado actual de las cosas, solo podemos considerar opciones que estén orientadas hacia la construcción de un modelo de sociedad sustentable. El sistema económico debe sufrir una profunda transformación en sus valores y principios. No hay espacio para ambientalismos a ultranza, que desconozcan los derechos de los pueblos. No tiene sentido abordar el problema, sin cuestionarse la estructura jerárquica y excluyente de las sociedades actuales. Es decir, debemos considerar (al menos) los aspectos sociales, ambientales y económicos del problema actual y de las posibles alternativas.

Parte de la solución del problema se encuentra en el sistema agrícola. Debemos repensarlo por completo. Los movimientos de base han señalado el camino. Se ha demostrado que la agricultura de pequeña escala es mas productiva (Rosset, 1999) y sabemos que la agricultura de base agroecológica puede producir iguales o mayores cantidades de alimentos que la agricultura convencional (Bradley, 2007). No existe razón científica para seguir atados a una racionalidad agrícola que ha demostrado ser dañina para el planeta.

La agricultura no puede seguir siendo un arma de coloniaje, desconocedora de los valores ancestrales de los pueblos. La actividad agrícola debe ser liberadora. No puede existir agricultura exitosa, sin que este éxito contemple la eliminación de las relaciones de dominación y explotación. Efectivamente, en la agricultura se encuentran algunas de las soluciones reales al cambio climático. En el estado actual de las cosas, debemos, como ya se ha dicho, ser realistas y soñar lo imposible. Soñemos un mundo nuevo... no un mundo enmendado. www.ecoportal.net

Diego Griffon

Bibliografía:

Badgley C., Moghtader, J., Quintero, E., Zakem, E., Chappell, J., Avilés-Vázquez, K., Samulon, A & Perfecto, I. 2007. Organic Agriculture and the Global Food Supply. Renewable Agriculture and Food Systems.

Griffon, D. 2009. Especies invasoras: las sospechosas habituales.
http://agroecologiavenezuela.blogspot.com/2009/07/especies-invasoras-las-sospechosas.html

Colectivo La Patilla
http://colectivolapatilla.blogspot.com/

IAASTD. 2008.
http://www.agassessment.org/docs/SR_Exec_Sum_280508_Spanish.pdf

Rosset, P. 1999. Small is beautiful. The Ecologist, n. 29, p. 452-456.
http://www.mindfully.org/Farm/Small-Farm-Benefits-Rosset.htm

Brasil, Las manos sucias del etanol. La nueva tecnología: la miseria de siempre

La tarea del corte de la caña es en sí enormemente penosa y físicamente desgastante. Cada mañana los trabajadores se lanzan sobre el surco de caña con el machete en la mano sabiendo que centenares de metros más adelante, después de haber cortado 10 o 12 toneladas de caña, apenas habrán ganado lo mínimamente necesario para comprar algunos alimentos y, en el caso de los trabajadores migrantes, para ocasionalmente enviar algo a sus familias que quedaron lejos. Ellos saben en carne propia que la tierra libera cuando es sustento familiar, pero encadena y mata cuando es simple engranaje de una producción industrial.

Para donde vayan, los ojos sólo encuentran las suaves ondas que el viento esparce sobre los penachos de las cañas, el cielo abierto, azul, unas nubes lejanas, blancas como el azúcar. Para comprenderlo hay que verlo, porque la mente se resiste a imaginar con facilidad un desierto verde tan perfecto como los cañaverales del norte del estado de Sao Paulo.
La zanahoria en la punta de la vara detrás de la cual corre toda la ambición es el etanol, calificado como la “energía limpia” o el "biocombustible del siglo XXI”. El etanol, buque insignia del gobierno brasileño, cuenta con una enorme agroindustria y reposa sobre cientos de miles de trabajadores pobres produciendo en pésimas condiciones de trabajo para atender una parte importante de la demanda mundial de este combustible.
La Rel-UITA, con el apoyo del Sindicato de la Alimentación y Afines de Alemania (NGG), la Central de Trabajadores de Suecia (LO-TCO) y la Federación de Empleados Rurales Asalariados del Estado de Sao Paulo (FERAESP), recogió los testimonios de los trabajadores que están en el origen de esta riqueza, aquellos que sólo son dueños de sus dos manos y de un cuerpo que utilizan para cortar la caña de azúcar en el campo, bajo el sol abrasador o la lluvia torrencial, para llevar un salario de miseria a sus hogares.
Hace pocos días, un equipo de la Rel-UITA integrado por Silvia Martínez, Pedro Dantas, Daniel Santos y Carlos Amorín rodo un documental sobre las condiciones de trabajo de los cortadores de caña de azúcar en esa región.
Junto a la FERAESP, el equipo recorrió una extensa zona cañera, ingresó en varios predios donde se estaba cortando caña, entrevistó a numerosos cortadores en diversas situaciones, a algunos técnicos vinculados a la Universidad de San Carlos y a la Inspección del Trabajo de Araraquara, así como a militantes y dirigentes sindicales.
El trabajo en el terreno confirmó lo que se viene denunciando desde hace varios años, pero pocas veces se ha registrado en video. No por sabida, la realidad encontrada resultó menos impactante.
Ante una agroindustria que admite un ingreso de 28.000 millones de dólares anuales, que significan en 2 por ciento del PIB nacional, 900 mil cortadores de caña apenas pueden ganar lo suficiente para no morir de hambre junto a sus familias.
La tarea del corte de la caña es en sí enormemente penosa y físicamente desgastante. Cada mañana los trabajadores se lanzan sobre el surco de caña con el machete en la mano sabiendo que centenares de metros más adelante, después de haber cortado 10 o 12 toneladas de caña, apenas habrán ganado lo mínimamente necesario para comprar algunos alimentos y, en el caso de los trabajadores migrantes, para ocasionalmente enviar algo a sus familias que quedaron lejos.
Cuando el trabajo es una hoguera
La jornada comienza a las 4:30 de la mañana, cuando los trabajadores se levantan a preparar sus viandas –boias frías, en portugués–, ordenar su ropa de trabajo y los guantes que lavaron la noche anterior -libres ahora del negro y pegajoso hollín-, llenar un botellón térmico con cinco litros de agua y tomar un café caliente, si lo hubiera, antes de salir hacia el punto donde un bus los pasará a recoger para llevarlos al campo donde trabajarán ese día.
El viaje puede durar una hora y media y hasta dos horas al final de la zafra, cuando los campos aún sin cortar son los más alejados de los centros poblados. La tarea comienza inmediatamente que se llega al predio seleccionado para devastar ese día, y no se detiene hasta las 11:30 horas, cuando se hace una pausa para almorzar.
Agotados, seguramente con varios litros menos de agua en el cuerpo, los cortadores se arriman al bus desde el cual se extienden unos toldos livianos que ofrecen algo de sombra, se alinean unas pequeñas mesas y algunas butacas plegables.

Desde hace algunos meses, y en teoría, todos los buses deben tener un reservorio de agua potable y fría a disposición de los trabajadores, pero muchos no lo cumplen para ahorrar combustible. Los conductores y propietarios de los buses suelen ser los mismos capataces que subcontratan a los cortadores.
Los recipientes con la comida quedan dentro de los buses, donde la temperatura supera fácilmente los 40 grados. No hay buses con heladera. El alimento, aunque previamente cocinado, muchas veces fermenta y está apenas comestible. En esta precariedad, la higiene brilla por su ausencia. Las infecciones gastrointestinales suelen ser bastante habituales.
Una hora de descanso y de nuevo al cañaveral. El machete pesa más a cada minuto, el calor es sofocante, el polvo que se levanta desde el suelo como residuo de la quema de la caña llena los pulmones, tiñe la saliva de negro.
Algunos terminan más rápido que otros, y para abreviar la espera ayudan a los rezagados. Cualquier cosa con tal de abandonar ese infierno lo antes posible. Son las 16 horas. En el bus de regreso nadie conversa. La energía que queda se aprovecha en beber agua y comer algo si sobró del mediodía.
El transporte va desgranando su carga humana a medida que recorre la ciudad. Llegando a su casa, si está en pareja el trabajador podrá darse un baño, ponerse ropa limpia, pasar un rato con su mujer e hijos, cenar y acostarse hasta el otro día, cuando comenzará otra jornada.
Si está solo seguramente comparte el alojamiento con otros trabajadores, casi siempre migrantes del Norte y el Nordeste brasileño. Tendrá que esperar su turno para bañarse, lavar su ropa de trabajo, comerá algo cocinado rápidamente y se irá a su cama, jergón, o al simple cartón sobre el piso sin tiempo para más nada. Otros, presa del cansancio demoledor, caen vencidos muchas veces sin haber completado alguna de estas tareas.
Al cerrar sus ojos ni siquiera tendrá el consuelo de haber ganado un jornal digno. Si cortó mucho andará arañando los 30 reales, si no rindió tanto, estará muy cerca de los 20. Algo así como 11 dólares.
Con eso debe cubrir sus gastos diarios: luz, agua, elementos de limpieza, alimentos, gas.
Los sueños del azúcar - La pesadilla de la caña
Muchos vienen desde lejanas regiones con la ilusión de ahorrar dinero para enviarle a sus familias, para comenzar a construir una vivienda, para cambiar de vida, pero encuentran la explotación más descarnada y un sentimiento que surge de la boca de prácticamente todos los que se animan a hablar: humillación.
No sólo se sienten explotados, también humillados, maltratados, atropellados por los capataces y los patrones, discriminados por la sociedad local que los tolera como un mal necesario, pero que les niega status de seres humanos iguales a cualquiera. Animales del cañaveral.
Viven en las periferias, en alojamientos construidos especialmente para ellos por comerciantes locales o vecinos emprendedores que los alquilan a precio fuerte. En el mejor de los casos las viviendas son de material, pero el hacinamiento resulta inevitable. Las familias viven en casitas de un dormitorio, sala, cocina y baño, todo bastante exiguo.
Los “solteros” se apiñan de a doce o catorce en un espacio similar. Es difícil mantener la higiene cuando hay tanta gente tan cansada. Cada cual duerme sobre lo que pudo conseguir. Hay quienes duermen prácticamente en el piso los nueve o diez meses que dura la zafra. Otros se organizan mejor y logran mantener un orden parecido al de un hogar, aunque sea uno muy apretado.
Estos son apenas algunos pantallazos de la realidad que el equipo de filmación de la Rel-UITA encontró en el terreno.
El etanol política de Estado - El Estado, el combustible del etanol
Los usineros, entre tanto, intentan que nadie recuerde que mantienen con el Estado una deuda impagable de miles de millones de dólares en préstamos otorgados prácticamente sin garantías, y esto sin tener en cuenta los miles y miles de millones de dólares derramados sobre las usinas en calidad de subvenciones directas.
El sector sigue creciendo al amparo del impulso gubernamental; se están construyendo más y mayores usinas; los cultivos de caña de azúcar se expanden a nuevas regiones donde antes se sembraban alimentos.
La mayor parte de los casos de trabajo esclavo en Brasil ha sido comprobada en los cañaverales del etanol, y esto no es una mera casualidad, sino una causalidad. Los sindicatos como la FERAESP luchan denodadamente –incluso arriesgando la propia piel– para llegar hasta estos contingentes con un mensaje de esperanza, de organización, de dignidad.
Muchas veces lo consiguen, otras fracasan limitados por el miedo que imponen las empresas, la ignorancia de los trabajadores acerca de sus derechos laborales, de sus derechos en general –entre ellos campea el analfabetismo–, a menudo hay que empezar de nuevo cada año, ya que los trabajadores migrantes constituyen una población extremadamente volátil.
Durante el rodaje del video nos encontramos con cortadores de caña que están acampados fuera de las ciudades, debidamente inscritos en las listas del Estado y del sindicato, esperando recibir una parcela de tierra para ser agricultores. También con aquellos que ya están asentados, produciendo, asociándose con otros asentados, profundizando su organización y apoyando a los que aún no han logrado su parcela de tierra.
Es posible que muchos de ellos ignoren sus derechos, pero no sus orígenes, sus raíces. La reforma agraria, una verdadera, profunda y completa, que le dé sentido económico, pero también social, político, cultural y soberano al uso de la tierra es el clamor de estos campesinos que han sido desplazados por la miseria y el hambre para ser integrados a un ejército de mano de obra barata, casi esclava.
Ellos saben en carne propia que la tierra libera cuando es sustento familiar, pero encadena y mata cuando es simple engranaje de una producción industrial. www.ecoportal.net
Carlos Amorín-Gerardo Iglesias - Rel-UITA - http://www.rel-uita.org

M. Ambiente lanza campaña para sensibilizar ciudadanos por el cambio climático (España)

El Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Fundación Biodiversidad, ha puesto en marcha una campaña para sensibilizar a los ciudadanos sobre los efectos del cambio climático y para señalar aquellos hábitos cotidianos que pueden contribuir de una forma efectiva a luchar contra ese fenómeno.


La Fundación ha creado además el 'Club del Protocolo de Kioto' para incentivar a lo ciudadanos e invitarles a conseguir su carné del club a cambio de adquirir un compromiso concreto y sencillo en sus hábitos.

Entre esos compromisos, la Fundación ha apuntado como ejemplo apagar el piloto rojo de la televisión cuando se deja de ver, sustituir bombillas normales por otras de bajo consumo, usar transporte público o bicicleta o apagar el ordenador mientras no se utiliza.

El secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, y la directora de la Fundación Biodiversidad, María Artola, presentaron hoy la campaña, así como la nueva Web de esta fundación, en el Museo Thyssen-Bornemisza, en un acto que reunió a representantes de organizaciones ecologistas, sindicatos, empresarios y medios de comunicación.

Serrano y Artola incidieron en que la lucha contra el cambio climático requiere un compromiso de todos los ciudadanos y no sólo de los países o de las instituciones.

A través de su nueva web (www.fundacion-biodiversidad.es) cualquier ciudadano podrá enviar sus datos y concretar cuál es su compromiso para recibir el carné que 'acredita' su interés por luchar contra el cambio climático.

El acto sirvió además para presentar la nueva página y los contenidos de ésta, que incluyen, además de un apartado institucional, uno infantil y otro juvenil (BioDiver) con juegos, actividades e información sobre medio ambiente para los niños y jóvenes

Taller Ecologista promueve la generación de energía solar en Santa Fe

Taller Ecologista, a través del Programa Argentina Sustentable (PAS), presentó hoy una propuesta para convertir a Santa Fe en una provincia generadora de energía. En este caso se plantea la posibilidad de incorporar equipos que permitan aprovechar la energía solar para calentar agua con fines sanitarios en aquellas localidades que no tienen acceso al gas natural. En la provincia hay más 250 localidades que no cuentan con redes de gas natural. Según algunas estimaciones esto afecta a aproximadamente a más de 170.000 hogares que representan más de 600.000 habitantes. En ellas, su población se ve obligada a utilizar otros combustibles para cubrir los requerimientos calóricos. El uso de estos recursos implica para los hogares un incremento importante de sus gastos comparados a los de las localidades donde existe acceso al gas natural.

Si bien hay disponibles diversas tecnologías de aplicación, en este caso se propone la instalación de colectores solares planos, en una primera instancia, en diferentes tipos de edificios públicos, incluidas viviendas sociales. Además, la propuesta incluye una etapa de desarrollo de proveedores locales de equipamiento, así como de instalación y mantenimiento; otra de difusión de sus beneficios y dificultades de estas tecnologías y luego, la promoción de la instalación de equipos a partir de la iniciativa privada y con el apoyo de organismos de crédito locales.

“Con esta iniciativa se apunta a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, ya que permitiría acceder a agua caliente a ciudadanos que hoy no lo hacen”, señaló Pablo Bertinat, presidente de Taller Ecologista.

Además esta propuesta permite disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero contribuyendo a la lucha contra el cambio climático, mejora la ecuación económica de los hogares que los incorporen ya que en aquellos casos en donde se usan tubos de gas envasado existe un plazo de amortización reducido.

Con la implantación de esta iniciativa se podrían comercializar 100.000 equipos en los próximos 5 años, generando unas 30 PYMES y más de 250 empleos entre fabricación e instalación.

“La presente propuesta tiene la virtud de unir la conveniencia económica para los usuarios, la sustitución de fuentes energéticas contaminantes, escasas y caras, con la generación de empleo genuino, mediante un impulso que sólo puede ser brindado por el estado como primer promotor, tal y como ocurre en otros países”, señaló Juan Salerno, miembro del área Energía de Taller Ecologista.
“Santa Fe puede mediante este proyecto convertirse en un modelo de generación de energía en el país mediante una fuente abundante, segura y renovable, de tecnología sencilla y probada”, concluyó Bertinat.


Gentileza de

http://www.tallerecologista.org.ar/sitio/noticias-sec.php?sec=114

miércoles, 21 de octubre de 2009

Esferodinamia o fitball

La esferodinamia o fitball es un ejercicio seguro y efectivo y sobre todo de bajo impacto. Esto último significa que puede incluirse en un mismo programa personas de distintos niveles y de todas las edades. Se caracteriza por incrementar la movilidad articular.

Un gran número de individuos sufre de dolores en las zonas de las vértebras lumbares y cervicales. Esto se debe mayoritariamente a la falta de movilidad articular o a la mala postura.

Cuando un alumno se apoya sobre la fitball, por ejemplo se sienta, practica una forma de sentarse “activa’’, que estimulan los músculos posturales y las articulaciones.

El uso de balones de estabilidad garantiza el entrenamiento del equilibrio dinámico a través de la resistencia, la estabilidad de la postura y el tiempo de reacción y son muy efectivos para la mejora de la fuerza y flexibilidad.




El método PILATES, busca como objetivo la creación de un centro fuerte, comprometiendo el trabajo abdominal, estabilización y movilización de la columna vertebral, realizando además un trabajo profundo de estiramiento en las extremidades.
El Método Pilates te enseñará que tu cuerpo, entendido como un todo integrado, es la mejor y única herramienta para estar en excelente forma física y cambiará la forma en que te relacionas con tu cuerpo y afrontas la vida.
En esta técnica se adaptan rutinas para el desarrollo de lo abdominales profundos con el empleo de balones grandes y pequeños. El uso de los balones favorece además la movilidad, la concentración y la relajación.

Pilates con Balón agrega una nueva dimensión, asiste al cuerpo a reencontrar el equilibrio y desafía sus rutinas habituales de piso y de reformes. Este sistema coordinado de ejercicios trabaja en todos los planos de movimiento, permitiendo un entrenamiento total y global del cuerpo.
Rompe con la rutina de los métodos tradicionales de fitness, con Pilates lograrás minimizar la cantidad de tiempo invertido en gimnasios y maximizar los resultados que conseguirías con las técnicas tradicionales.

”La verdadera fuerza está en la mente. No desperdicies tu energía...usa el poder de tu mente”.